Martes, 17 de septiembre de 2024
La movilidad sostenible no solo es un elemento fundamental para reducir las emisiones y abordar el cambio climático, sino que también aporta beneficios para la salud pública y mejora la calidad de vida en los entornos urbanos. En este sentido, y desde su creación, la Semana Europea de la Movilidad busca sensibilizar tanto a los ciudadanos como a los responsables políticos y el tejido empresarial sobre la importancia de fomentar el uso de formas de transporte más sostenibles, en especial la bicicleta, los vehículos eléctricos y de movilidad personal, el transporte público o los desplazamientos a pie.
Los esfuerzos para avanzar hacia una movilidad más sostenible y descarbonizada llegan desde todos los ámbitos. España es, desde hace años, uno de los países con más participación en la Semana Europea de la Movilidad. Prueba de ello es que, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), coordinador nacional del proyecto europeo en 2023, de los 3.351 municipios europeos participantes, 389 fueron españoles, y de ellos, 219 implementaron medidas permanentes.
Además, nuestro país cuenta con un proyecto de Ley de Movilidad Sostenible, que entiende la movilidad como un derecho social, que debe priorizar la salud y el medioambiente, en especial, en entornos urbanos y que busca impulsar la digitalización del sector y dar más importancia a las infraestructuras. No obstante, no son pocos los retos y los desafíos para concienciar sobre los beneficios individuales y colectivos que derivan del cambio de comportamiento a la hora de elegir un modo de transporte sostenible.
En un entorno en el que el sector del transporte supone el 15% de las emisiones globales de CO2, el vehículo eléctrico, los biocombustibles y el hidrógeno verde se convierten en alternativas para alcanzar los objetivos de descarbonización tanto en el transporte pesado como en el ligero.
De hecho, en España, la movilidad continúa evolucionando hacia un mercado más electrificado y un mayor desarrollo de las infraestructuras, si bien todavía queda camino por recorrer. En 2023 solo el 12% de los vehículos vendidos fueron eléctricos, contra el 21% de la media europea, lo que supone tan solo el 1,2% del parque total de turismos. En lo que respecta a las infraestructuras, el país cuenta con una creciente red de puntos de recarga eléctricos, superando ya los 30.000 puntos, de los cuales en torno a 2.000 son rápidos o ultrarrápidos, lo que permite a día de hoy que los trayectos de larga distancia sean viables.
Seguridad, la primera regla de la movilidad
Una alternativa al coche son los vehículos de movilidad personal (o VMP), aquellos de una o más ruedas y una sola plaza propulsados exclusivamente por motores eléctricos. En los últimos años, se ha producido un notable incremento en su uso. Según datos de la Federación Española de Vehículos de Movilidad Personal (FEVMP), ya hay unos cinco millones de VMP en el país, entre los que se encuentran los patinetes eléctricos. En lo que respecta a la UE, solo en 2022 se vendieron más de 10 millones de vehículos eléctricos ligeros, según detalla la iniciativa europea EIT Urban Mobility, que prevé que, para 2030 habrá más de 23 millones.
Se trata de una alternativa de movilidad urbana que no solo es eficiente, sino también ecológica, pero que, desde la Asociación Española de Prevención de Accidentes de Tráfico, P(A)T, consideran prioritario establecer infraestructuras urbanas que se adapten para acoger a estos nuevos vehículos de forma que convivan con el resto de alternativas de movilidad, según explicó Ana Indiano, responsable de comunicación de P(A)T, a Planet Energy. Con esta cuestión como trasfondo, P(A)T se ha sumado a la Semana Europea de la Movilidad con su campaña Regalando vida, un proyecto que busca concienciar a los usuarios de patinetes y bicicletas para evitar accidentes. Consiste en entregar brazaletes reflectantes a los usuarios de VMP y bicicletas para favorecer su visibilidad, ayudando a prevenir siniestros. El brazalete lleva un código QR que dirige a una web con consejos sobre seguridad vial, detalla Indiano.
Garantizar la seguridad de los usuarios de VMP es “una manera de fomentar su uso y de reducir el tráfico”, añade, y una forma de aprovechar todo su potencial como medio de transporte sostenible y seguro.
Además, este avance hacia una movilidad más respetuosa con el medio ambiente y con los ciudadanos, en especial en los núcleos urbanos, debe ir acompañado de un cambio generacional, para lo que es fundamental educar en términos de movilidad sostenible.
Una de las prioridades de esta Semana Europea de la Movilidad es crear caminos escolares seguros. Es por ello que algunos centros educativos, como el instituto Pere Vives de Igualada, han puesto en marcha una original iniciativa: enseñar a las nuevas generaciones conocimientos sobre seguridad vial y animarlas a desplazarse a pie o en bicicleta. Por ello, decidieron poner en marcha el proyecto Bike bus, detalla a Planet Energy la profesora responsable de la iniciativa, Meritxell Tudela que establece dos rutas con paradas para ir cada viernes al instituto en bicicleta, con el objetivo de potenciar la movilidad activa y sostenible de los alumnos.
¿Te ha parecido interesante?