El biometano es un biocombustible de segunda generación (2G) que se obtiene a partir del biogás, que se produce a su vez mediante un proceso natural de descomposición (digestión anaerobia) de residuos orgánicos biodegradables agrícolas, ganaderos e industriales. Posteriormente, este biogás se depura mediante un proceso tecnológico denominado upgrading y se convierte en biometano.
El biometano tiene las mismas características que el gas natural, pero permite reducir hasta el 100% las emisiones de CO2. Esta similitud hace que también pueda almacenarse o inyectarse directamente en la actual red de transporte gasista, sin necesidad de desarrollar nuevas infraestructuras. Además de utilizarse como sustituto del gas natural para uso industrial, este gas renovable también puede utilizarse para la producción de hidrógeno verde y como alternativa para la movilidad sostenible.
“Mediante la producción de biometano podremos sustituir al gas natural en los procesos industriales y avanzar así en nuestro objetivo de reducir un 55% las emisiones de nuestra actividad, además de contribuir a la producción de hidrógeno verde y ofrecer una nueva alternativa de movilidad sostenible”.
Ana Castelblanque - responsable de Biometano de Cepsa
Plantas de biometano 100% sostenibles
En Cepsa apostamos por la búsqueda y desarrollo de proyectos con los que producir biometano a partir de residuos agrícolas y ganaderos. Una nueva línea de negocio que nos va a permitir avanzar en la descarbonización de nuestra actividad industrial.
Nos hemos marcado el objetivo de gestionar en 2030 una cartera de proyectos de 4 TWh al año, equivalente a la energía suficiente para 650.000 hogares. El uso de este gas renovable, en lugar de fósil, supondrá la revalorización de 10 millones de toneladas anuales de residuos y evitará la emisión de 728.000 toneladas de CO2 al año, el equivalente a la plantación de 8,7 millones de árboles.
Para avanzar en este objetivo, hemos firmado una alianza con Kira Ventures para desarrollar hasta 15 plantas de biometano en esta década, las 5 primeras se prevé que estén operativas entre 2025 y 2026 en Castilla-La Mancha y Castilla y León. Dichas instalaciones serán 100% sostenibles, ya que utilizarán para su funcionamiento energía eléctrica de origen renovable y aprovecharán el calor generado por el propio biogás.
Las plantas de biometano son una alternativa sostenible al tratamiento de residuos, ya que permiten revalorizarlos para la producción de energía renovable y para la producción de subproductos como abonos o fertilizantes sostenibles que podrían utilizarse en las tierras de cultivo de la zona.
La producción de gases renovables está alineada con la iniciativa REPowerEU para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de CO2, además de contribuir varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030: ODS 7 (Energía asequible y no contaminante), ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), ODS 12 (Producción y consumo responsables) y ODS 13 (Acción por el clima).